× Inicio Agro Clima Hacienda Opinión Radio Agenda de Remates
En sorgos, ojo con los hongos
25.11.2020 | 07:02

Cada año, productores y asesores técnicos se preguntan si resulta conveniente alimentar al ganado bovino con grano seco o con silo confeccionado a partir de planta entera o grano húmedo de sorgo afectados por “ergot”. Esta incertidumbre se debe a que el patógeno que ocasiona el “ergot” del sorgo pertenece a un grupo de hongos que afectan diversas poáceas (o gramíneas) y que incluye especies que producen alcaloides altamente tóxicos para aves y mamíferos (incluido el hombre). 

En nuestro país, el sorgo (Sorghum bicolor) es cultivado principalmente con fines de producción de grano y forraje para alimentación animal. En Entre Ríos, la superficie sembrada durante el ciclo agrícola 2019/20 fue de 67600 ha, un 14% menor (11200 ha) respecto al ciclo anterior. Del total implantado, el 34% se destinó a consumo animal directo, incluyendo sorgos forrajeros y de doble propósito, además de lo cosechado como grano húmedo (SIBER, 2020).

En el siguiente informe elaborado por el Departamento de Producción de la Estación Experimental Agropecuaria INTA Paraná, se brinda información actual sobre los efectos del “ergot” del sorgo en la alimentación del ganado, abordando el tema desde un enfoque fitopatológico para una mejor comprensión.

El “ergot” del sorgo

En sorgo, se conoce como “ergot” a la enfermedad ocasionada por cualquiera de estas tres especies de hongos pertenecientes al género Claviceps: C. sorghi, C. sorghicola y C. africana. Esta última es la que se encuentra en Argentina y corresponde a la de mayor distribución mundial.

El “ergot” del sorgo es el resultado de una infección específica de la flor ya que el hongo está especializado para infectar sólo los ovarios no fecundados. De esta manera, se establece una competencia entre el grano de polen y el hongo para fecundar e infectar el ovario, respectivamente. Si el ovario es fecundado en primer lugar, la infección del hongo no ocurre y la semilla se desarrolla normalmente. En ocasiones, el ovario es fecundado por el polen y colonizado por el patógeno de manera simultánea desarrollándose tanto la semilla como el patógeno. La enfermedad es de mayor importancia en lotes de producción de semilla híbrida, donde las flores androestériles permanecen viables y susceptibles antes de ser fecundadas por el polen.

Potencial toxicidad

A nivel nacional, los estudios sobre los posibles efectos de toxicidad causados por el consumo de sorgo contaminado con “ergot” no han sido precisos o concluyentes. Si bien es necesario realizar más investigaciones sobre el tema, los estudios preliminares demostraron que no hubo toxicidad en bovinos cuando pastorearon cultivos de sorgo infectados con “ergot”, ni cuando fueron alimentados con silo de grano húmedo afectado por esta enfermedad (Giorda, 2001).

Bajo nuestras condiciones, el “ergot” del sorgo solamente ocasiona pérdidas en el cultivo de sorgo por reducción en la cantidad y calidad de los granos, además de las propias dificultades durante la cosecha (Formento, 2004). El consumo de grano contaminado con el melado azucarado no ofrece peligro al ganado y las complicaciones toxicológicas que aparecen, atribuidas a silos realizados con panojas de sorgo afectadas por “ergot”, en realidad se deben a una deficiente confección de los mismos.

Por consiguiente, deberían extremarse los cuidados en la forma de realización de los mismos, tanto al momento del picado (evitando la mezcla con malezas tóxicas y/o rebrotes de sorgo) como durante todo el tiempo de realización (compactación y control del pH) (Astiz Gassó, 2014).

Un punto importante a considerar es que existen especies de Fusarium potencialmente productoras de toxinas que pueden colonizar el melado azucarado del “ergot”, por lo que se aconseja realizar un análisis de micotoxinas para determinar que sus niveles en el forraje estén comprendidos dentro de los valores de tolerancia.

Agrofynews