
En cada verano que pasa hablamos sobre la capacidad de los suelos a la hora de aprovechar y absorber agua. En definitiva, hasta donde pueden los suelos acumular la humedad recibida.
Obviamente, en nuestra zona todas las lluvias son bienvenidas, pero a veces 30 o 40 milímetros son más efectivos que 80.
Generalmente el milimetraje anual es una estadística para anotar y para tener referencia, pero al nivel de lotes no tiene mucha importancia porque hay parámetros muy importantes para los suelos de capacidad de infiltración, almacenaje, textura, profundidad y pendiente que hacen que lo que vemos en la estadística no se vea reflejado en el lote.
“Es para analizar la eficiencia del uso del agua, más allá del cultivo que esté presente, y tener en cuenta estas características. Todas esas características del suelo se combinan, es decir están permanentemente jugando e interactuando con la intensidad de la lluvia para decidir si se infiltra más o menos, o si el suelo retiene más o menos”, afirmó el ingeniero Hugo Krüger, del INTA Tornquist
¿Cuál es la capacidad de retención en un suelo de nuestra zona?
-Hay toda una serie de características, algunas ya están fijas en el suelo, como, por ejemplo, textura y profundidad de la tosca. Para ser más claros, un suelo normal de nuestra zona agrícola, con una profundidad de 60 centímetros o 1 metro, puede retener unos 150 milímetros de agua. Esto no alcanza para un trigo de 2000 kilos, por ejemplo, entonces dependes de las lluvias.
Ahora, también es cierto que esas lluvias son muy variables.
Esas son las partes fijas del suelo que nosotros no podemos tocar, ya son así y es muy difícil cambiarlas.
Después está el tema del manejo. Es decir, compactación o la porosidad depende muchas veces del tránsito, si hay animales o no, si la removemos o no y si la aumentamos con un piso de arado o no. Entonces, ahí intervienen toda una serie de factores que a veces se combinan y en otras parece inexplicable lo que sucede.
También podemos aumentar esa capacidad de filtración de una lluvia esporádica para ayudar a los cultivos en períodos críticos.
-En el caso del manejo clásico, el barbecho es imprescindible en la región hasta cierto punto. Lo que pasa es que no es lo mismo un barbecho en un suelo de 30 centímetros de profundidad que un suelo de 1,5 metros. Es decir, tiene más sentido en suelo de 1,5 metros.
Ahora, después en ese suelo de 1,5 metros, que nos puede retener 200 milímetros de agua, tiene que llover 200 milímetros o más para que podamos guardar esa agua en el suelo. Entonces, esto tiene que ver, también, con la distribución de las lluvias.
También hay que agregar el sistema de labranza.
En ese sentido, la eterna discusión es si hacemos labranza tradicional o siembra directa.
-La siembra directa ha demostrado ser mucho más eficiente para captar el agua. Cuando un suelo arado se plancha por la lluvia, el agua empieza a escurrir antes y no le da tiempo a infiltrarse. La siembra directa con su cobertura superficial hace que el agua tenga un rato más para infiltrarse, entonces es mucho más eficiente en captar el agua.
Después, cuando empieza a apretar el calor, también es más eficiente en evitar perderla. Es decir, el suelo desnudo se calienta más rápido y con esa energía el agua se evapora.
A su vez, el viento circula más libremente sobre esa superficie del suelo y se lleva el aire húmedo, con lo cual la tasa de evaporación se mantiene.
En cambio, con la directa tenemos el residuo que sombrea el suelo, menos temperatura y mantiene más tiempo la capa de aire superficial húmedo cerca del suelo, con lo cual la tasa de evaporación es menor.
De todas maneras, esto tiene un límite. Si pasa un período suficientemente largo sin llover los dos suelos se secan. El suelo bajo labranza se va a secar más rápido, pero los dos, en definitiva, se van a secar.
Y no estoy hablado de un período de tres meses de sequía, estoy hablando de 20 días que es el lapso en el cual tiene que llover para que un sistema sea más eficiente que el otro.
Dentro de la variedad de suelos del sudoeste, ¿cambia mucho la capacidad de almacenaje?
-Lo primero que determina la capacidad de retención es la textura. Es decir, el suelo arenoso retiene menos agua que el suelo arcilloso.
El otro elemento es la profundidad, ver qué espesor tenemos para retener el agua. Tenemos que tener en cuenta que se calcula 1,5 milímetro por centímetro.
Esta es la primera gran diferencia, después está el tema de la variación de la tosca. Entonces, esto es lo que de alguna manera se está intentando imponer ahora que es el manejo por ambientes. Es decir, tener bien caracterizados los suelos para saber qué capacidad de retención, reproducción y materia orgánica tiene un sector del suelo dentro del lote para manejarlo aprovechando ese potencial.
Además, la tosca no es igual en todos lados y muchas veces es la limitante para hacer un preciso manejo de ambiente.
-Hay distintos tipos de toscas. Es decir, podemos encontrar tosca en plancha dura, la tosca mora, que es impermeable a las raíces y al agua.
A su vez, hay otros tipos de toscas que son mucho más blandas o a veces son concreciones de toscas donde el cultivo puede meter las raíces o incluso el agua puede llegar a pasar.
Es difícil determinar la profundidad de la tosca, el método más tradicional es el pinche, pero no es 100% confiable. Hay otros métodos en directa, por ejemplo, a través de imágenes de satélites o de drones donde podemos observar la profundidad.
Pero es muy difícil determinar la profundidad y el tipo de tosca, entonces a veces eso varía.
¿Qué factores intervienen en la falta de calidad en algunos trigos?
-Un ejemplo se da en la zona de Puan, es que cuando llueve muy fuerte en las regiones que tienen tosca muy cerca se forman lagunas porque el agua no infiltra.
También sucede que los suelos que tienen la tosca en plancha más o menos a unos 40 o 60 centímetros de profundidad, se retenga el agua y quede fuera del alcance de los cultivos.
Si la tosca está más cerca de la superficie se evapora mucho más rápido y el cultivo se seca.
El nitrógeno es otro tema, si no tenemos agua el nitrógeno no sirve demasiado.
Por eso hacer agronomía en nuestra región no es tan fácil.
Hay muchos lugares donde vemos constantemente cañadones que no tienen un arroyo en el fondo, pero si vemos una variación importantísima en cuanto a estructura de suelo y también su potencial.
-Hay toda una historia que no está realmente comprobada sobre el origen de la tosca. La tosca tiene unos 10 mil años de antigüedad y hay dos teorías; una teoría es que se formó a partir de la bajada, dentro del suelo, del lavado de carbonatos de calcio que llegaron a una cierta profundidad y se solidificaron formando ese horizonte segmentado.
La otra teoría dice que, a partir del nivel freático muy cargado de sales de calcio, el agua subió y llegó a un punto donde se precipitó el carbonato de calcio y se formó la tosca.
Posiblemente sea una combinación de ambas.
Se estima que en algún momento hubo un evento catastrófico que erosionó todo el suelo que estaba arriba de la tosca. Es decir, la tosca quedó protegiendo todo lo que había debajo. Ahí arriba se depositaron los sedimentos que vinieron de la cordillera y dieron origen a los suelos actuales.
Además, en algunos lugares la tosca no se formó o desapareció. Después, se depositó todo ese manto eólico arriba, y sobre ese manto eólico de loes, se formaron nuestros suelos.
Por lo tanto, en los cañadones en general no hay toscas, lo cual quiere decir que es una zona más deprimida, con mayor profundidad de suelos que suelen ser más pesados.
¿Cuál es tu visión de los cultivos de servicio en nuestra región que es muy particular?
-Me parecen una cuestión muy interesante porque lo que tenemos es el suelo cubierto con un cultivo todo el tiempo.
El tema es si el agua nos alcanza, es decir, si el cultivo de servicio no nos está consumiendo al agua que después vamos a necesitar para lo que realmente nos interesa que es el cultivo primario.
En nuestra zona esto se da bastante a menudo. Las experiencias que hemos realizado nos muestran que se puede llegar a deprimir el rendimiento de nuestro cultivo por el efecto del cultivo anterior.
Igualmente, en general, por las experiencias que hay, andan muy bien en zonas un poco más húmedas.
Mañanas de Campo