(*) Por Gustavo López, analista del mercado de granos

Muchos productores me consultan sobre cómo se está manejando este equilibrio de los números en un trigo que, con 17 millones, venía medio justo.

Pienso que 17 millones es un nuevo y optimista número. Habíamos arrancado en 19, luego las condiciones lo llevaron a 16,5, y ahora la Bolsa está hablando de 17, lo cual es, en alguna medida, un poco más alentador como oferta.

Veníamos con pocos stocks del año pasado, con lo cual la situación del año pasado va a ser más compleja porque veníamos acostumbrados, luego de un par de años, a estar arriba de los 19 millones.

El año pasado, si lo vemos en términos de lo que fueron los datos oficiales, se está hablando de casi 19,8, con lo cual estás muy cerca de tu pronóstico de los 20 millones.

Yo recuerdo esas discusiones históricas donde muchos planteaban que con 20 millones destruíamos el precio. Eso no fue así. Además, coincidió con tres años de muy malas cosechas en Australia, lo cual nos permitió entrar en un mercado como el sudoeste asiático, algo que es realmente trascendental. Obviamente, esto sumado a lo que es el norte de África, algo de Medio Oriente, y, obviamente, a los países sudamericanos tradicionales, como Chile o Perú.

Además, Brasil, con 4,5 o 5 millones, se convierte en una suerte de nicho que ya está establecido. Cuando nos encontramos con esos casi 20 millones del año anterior, el saldo exportable es de casi 12 millones de toneladas y el resto fue destinado para el consumo interno.

En ese momento hubo una compra masiva de la exportación. Para verlo en tiempo y espacio solo nos tenemos que remitir a esta época del año pasado donde en trigo había 16,5 millones de toneladas compradas, de las cuales gran parte eran todas de exportación.

Después vino esa suerte de convenio entre los sectores de la exportación y la industria, con el Estado interviniendo, para abastecer el mercado local y al mismo tiempo mantener el ritmo de la exportación.

Este año cae la producción y obviamente cae el saldo exportable. De los casi 12 hoy podríamos estar en 10. Tenemos a Brasil que sigue comprando prácticamente lo mismo y tenemos la misma estructura de los países a pesar de una recomposición en la industria australiana. Esto se da por una cuestión de época, calidad y cierta confianza que empezaron a tomar muchos países con Argentina. 

Asique hoy nos encontramos con una situación más equilibrada que el año pasado. Hoy encontramos que el nivel de ventas al exterior está en esos valores, con compras que están muy en línea, y con una industria que va haciéndose lentamente de mercadería.

Los precios son buenos, hoy un trigo en los ríos está un poco más demandado por el hecho de la competencia que hay para los barcos que están cargando versus los molinos. Los 210 o 218 dólares es un precio más que adecuado, en tanto, en el resto de los puertos es algo menor, en torno a los 207 o 210 dólares.

Me parece un mercado sano. Hoy es un mercado bastante dinámico en materia de trigo- A nivel mundial se están reduciendo en alguna medida los stocks porque los europeos tuvieron una cosecha que no fue la mejor, lo mismo que en Rusia y Ucrania. Con lo cual, hay mercados que explican en gran medida la firmeza en los precios.

Hoy un precio FOB en orígenes que no son tan tradicionales, como Francia o Alemania, está por encima de los precios FOB argentinos, con una calidad totalmente distinta. Entonces, esto nos pone de manifiesto que no hay tanto trigo como se pensaba.

Respecto al tema de la cadena, creo que fue madurando y hoy tenemos una Mesa de Trigo que está trabajando en este sentido. Se está trabajando con el objetivo básico de evitar cualquier tipo de intervención.

A pesar de lo que puedan especular los productores, una intervención hoy sería letal porque nos haría establecer algún tipo de cierre de exportaciones, algo que sería muy complejo, sobre todo, para los próximos años. Y, además, para la confianza que se va adquiriendo para los próximos mercados. No se puede cortar el suministro de la noche a la mañana, a pesar de que se ha hecho muchísimas veces en nuestro país.

Es importante mantener la confianza, romper ese serrucho tan nefasto que hemos visto a lo largo de los años con altos saldos exportables y luego una caída. Es decir, estas situaciones que generan grandes desconfianzas.

(*) Gustavo López - Analista

Nota Realizada por Agrositio