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Mercados: clima, política y subsidios
05.11.2019 | 22:16

Por Salvador Di Stefano, analista en economía y negocios.

Varios componentes impactarán en los precios del mercado, como, por ejemplo, el clima, el conflicto entre Estados Unidos y China, y por supuesto el tema de los stocks mundiales.

Hay un combo muy especial porque básicamente tenemos un problema climático sobre Estados Unidos, en donde la cosecha va a tener una merma realmente importante. Además, hay otro factor climático sobre Brasil, con una sequía que está postergando la siembra de la soja.

Todo esto nos puede llevar a que la relación stock-consumo, por primera vez en cinco años, descienda del 25%. Si ello ocurriría, habría un espacio para una suba de entre el 10 y el 15% de los precios de soja y maíz.

En lo que hace a la guerra comercial, China ha comenzado a comprar soja a Estados Unidos producto del presagio de una seca sobre Brasil que los podría dejar sin mercadería. Estas compras que está haciendo China en estos momentos, más la puesta en evidencia de que la campaña americana va a ser menor de la esperada, van a conjugar un mejor escenario para los precios de soja y maíz.

Con lo cual, estamos recomendándole a la gente que no vendan disponible. Si tienen necesidades, que vendan la soja noviembre o el maíz diciembre y traten de aguantar y no cerrar precio para el 2020 porque todavía tenemos un espacio de suba.

Con el trigo no somos tan optimistas, se esperaban 21 millones de toneladas y va a haber 17 millones. Vamos a volver a estar en un escenario justo. Con lo cual, estos valores de 180 o 185 dólares de la tonelada lucen muy bien, pero si tenemos una suba de maíz y soja, algo nos va a arrastrar. Yo diría que hay que estar atentos, vender una parte y el resto tratar de esperarla.

Evidentemente, el próximo presidente va a tener un escenario de precio de materia prima muy bueno.

Y en lo que hace a ganadería, los precios van a estar a la suba porque el stock en Argentina va a descender. En ese sentido, ya hemos visto una suba de precios muy importante en el sector lácteo, porque entre el 2017 y el 2018 tuvimos una caída monumental de la cantidad de vacas en ordeñe y eso generó una suba de precios impresionante.

Lo mismo que sucedió en el sector lácteo puede llegar a suceder en el sector ganadero porque estamos viendo que los nacimientos del año que vienen van a ser menores al número de faena.

No hay una dimensión con lo que ocurrió con la peste porcina en África, y el impacto que ha producido esto en el stock mundial la carne de cerdo, que era el producto número uno que tenían los chinos.

Es decir, se perdieron entre 20 y 25 millones de toneladas de carne y esto, en el corto plazo, no lo podemos reemplazar con carne vacuna, y en el largo plazo se podrá reemplazar con pez y pollo y para que esto suceda van a tener que comprar muchísimo maíz.

Esa es la realidad, estamos en un escenario de escases de carne y de abundancia de comensales, con lo cual, los precios van a ir para arriba.

Ahora, hoy veo a la gente con la cabeza muy puesta en las elecciones, en lo que pueda llegar a venir. Estamos en un pabellón psiquiátrico tratando de hacer un análisis de lo que va a venir y estamos perdiendo de vista la oferta y demanda de carne y de granos en el mundo. Además, con la rapidez que cambian los mercados.

Se ha dado una revolución que creo que la gente la ha soslayado y esto cambia unos cuantos paradigmas.

Volviendo al tema de la guerra comercial entre Estados Unidos y China; como el país asiático se ve amenazado porque le ponen más aranceles, lo que hace es devaluar para neutralizar el arancel. Lo que pasa es que cada 10% que devalúa China genera un movimiento terrible, sobre todo en mercados de monedas emergentes.

También habrá que ver que sucede con las elecciones en Estados Unidos. En ese sentido, Trump suele dar subsidios. En el año 2008/09, Brack Obama, del Partido Demócrata, le dio 12 millones de dólares al sector automotriz y los Republicanos dijeron que eso era un desastre.

Y hoy los Republicanos, con Trump, le están dando 28 millones de dólares a los sojeros americanos porque la renta comercial les impide rentabilidad. Entonces, un sojero estadounidense el año pasado recibió 60 dólares por tonelada y este año 74 dólares de subsidio.

Cuando llegue el segundo martes de noviembre del 2020 va a haber elecciones en Estados Unidos y si gana Trump seguirán los subsidios y si vienen los Demócratas se van a terminar los subsidios y la guerra comercial. Con lo cual, ahí la oferta de soja que puede haber en el mercado puede ser muy importante y tener un impacto sobre los precios.

Ahora, hay que ver como quedan los stocks-consumo porque nosotros inesperadamente vamos a pasar de un escenario de abundancia a un escenario más ajustado. Hace cuatro años que la producción de maíz está por debajo del consumo, o sea que todo ese efecto negativo que generó el hecho de que no se produzca tanto etanol se atemperó con menos siembra de maíz en Estados Unidos y con la desgracia climática de la soja.

Hay que ver como queda el cuadro general. Yo lo que puedo decir es que, en Estados Unidos, hacer soja y maíz hoy no está dando rentabilidad. Hoy en todo el medio este americano hay una crisis muy importante. La única forma de salir de esa conejera es con suba de precios.

Me parece que algo de eso se está armando en el mundo y eso le vendría bien a la Argentina.

Para Mañanas de Campo