Para muchos productores la campaña 2020 sera bien diferente a las ultimas campañas donde por ejemplo el trigo, trepo sin techo hasta llegar casi a las 20 millones de toneladas durante la campaña 2018. El freno que significan las retenciones, sumado a una política sin estimulos para la producción, muestra  empresarios dispuestos a bajar la guardia pensando más en los costos que en la rentabilidad.

Tal es el caso de algunos campos del Sudoeste bonaerense que vienen ensayando hace algunos años, estrategias para afrontar el aumento de costos que han significado por ejemplo, la utilización de insumos para malezas resistentes, la baja fertilidad de los suelos y la incertidumbre climática continua a cosecha. “Hace algunos años comenzamos a dejar potreros sin sembrar, buscando respuestas a las malezas resistentes y encontramos que, entre el año de descanso con barbechos largos y con coberturas que aporten nitrógeno al suelo de manera natural y la disminución de los costos entre laboreos de siembra, pulverizaciones, cosecha, costos impositivos y retenciones, llegamos a la conclusión que al otro año, el potrero rendía entre 500-700 extras para rindes promedios de 2500 kgs históricos, compensando en los promedios y el año sin costos, lo que hubieramos producido sembrando todos los años. La desición ya está tomada, con lo que veniamos probando sumado a lo perverso del número en retenciones, bajaremos no menos de un 30% la siembra de trigo”, destacó un reconocido productor de la regional Bahia Blanca de Aapresid que siembra unas 17.000 has en campos propios y alquilados y apuntan a sembrar tan solo 12.000 has.

Mas allá del incremento que sufriran los productores por los costos que por ejemplo trasladarán los puertos tras el impuestazo de Kisiloff, entre los insumos que sufriran un fuerte incremento debido a la misma logística, se encuentran los fertilizantes, que habian sido protagonistas de la campaña 2019 y que ante las medidas adoptadas, encontraran una fuerte restricción de aquí en adelante.

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